Las razones por las que aún podemos ser optimistas:

Clark Kerr, una de las principales figuras de la academia norteamericana, decía en una Conferencia en Harvard en 1962 que “Lo que los ferrocarriles hicieron durante la segunda mitad del siglo pasado y el automóvil durante la primera mitad de este siglo puede ser realizado en la segunda mitad de este siglo por la industria del saber” [1]. Los años siguientes a estas palabras fueron caracterizados por un período transformador para el sistema educativo. En el mundo occidental, el porcentaje de alumnos con acceso universal a la enseñanza primaria y secundaria aumentó sin precedentes, y el incremento de la población universitaria fue mayor que el de cualquier período anterior. El presidente americano Johnson apuntó que “La respuesta a todos los problemas nacionales se solucionan con una sola palabra: educación” [2]. Esta revolución cuantitativa supuso un fortalecimiento de la clase media y permitió el empoderamiento de muchos ciudadanos occidentales. No obstante, muchos frentes quedaron pendientes. Ni las tensiones sociales disminuyeron, ni el rendimiento educativo mejoró[3].

Desde los inicios del siglo XXI se oyen de nuevo cantos de sirena ligados a nuevas revoluciones en el campo de la educación. Los avances en la neurociencia, el desarrollo de la tecnología, el factor E… La nueva revolución que se anuncia ya no es tanto cuantitativa, sino cualitativa, aunque para muchos las expectativas son las mismas que en 1960.

¿Por qué hablar de estas revoluciones en plena crisis del coronavirus? Los cambios ofrecidos por estas revoluciones han sido muy positivos, y han abierto –y siguen abriendo- muchas posibilidades en la realización del derecho a la educación. No obstante, el paradigma revolucionario siempre conlleva un peligro. Las revoluciones tienden a concebir el motor revolucionario como un elemento disruptivo que puede solucionar los problemas, como una barita mágica, ninguneando consecuentemente otras instituciones que sí que han funcionado. Entre las instituciones más afectadas por este menosprecio están los padres y las familias, pero también podríamos mencionar a los profesores o la sociedad civil. Esto no significa que estas políticas públicas o descubrimientos pedagógicos sean realidades contrapuesta a la familia. Significa que las políticas educativas son complejas, y que no se pueden reducir las mejoras a la introducción de una simple variable. A modo de ejemplo del impacto de esta minusvaloración, en Naciones Unidas, en ninguna de las últimas resoluciones sobre el derecho a la educación del Consejo de Derechos Humanos se ha hecho referencia ni a la familia, ni a los padres. Lo mismo se podría decir de muchos documentos de la UNESCO.

¿Qué ha cambiado con el coronavirus? El coronavirus ha supuesto un cataclismo en los sistemas educativos de alrededor del mundo. Esta crisis ha servido para mostrar las fortalezas, debilidades y oportunidades del sistema. Por ejemplo, ahora podremos observar, en serio, las posibilidades de la educación a distancia y del potencial de las tecnologías en la educación. Al principio de esta crisis, durante un webinar, Andreas Schleicher, Director de Educación y Competencias de la OCDE, señalaba que este no era el momento de probar ideas nuevas, sino de identificar las que funcionan y trabajar en la expansión de su implementación[4]. En este sentido, si algo nos ha mostrado esta crisis es el importante papel de los padres. En un contexto en el que, según la UNESCO, hasta un 90% de los niños no han podido asistir a la escuela[5], los padres han aparecido como el principal apoyo del aprendizaje de los niños. Los padres han vuelto al centro del tablero educativo como nunca en los últimos años. Se ha hecho referencia a ellos, se les ha cargado de trabajo, pero también han sido el foco de varias políticas dirigidas a apoyar el aprendizaje. Asimismo, a nivel internacional, ha sido sorprendente estos últimos meses el reconocimiento y las referencias sin precedentes a los padres.

En un grado distinto, se ha valorizado de nuevo el papel de los profesores. Para muchos, esta crisis ha servido para darse cuenta de que el profesor no puede ser simplemente un experto en métodos de aprendizaje o un vomitador de contenidos.

La crisis del coronavirus nos ha permitido ver el sistema desnudo, observando algunos de los elementos imprescindibles de un sistema educativo para la realización del derecho a la educación. La OCDE ya había mostrado la complejidad del sistema, y la inexistencia de varitas mágicas[6]. No obstante, el coronavirus nos ha obligado a reflexionar sobre el sistema para no dinamitar estos pilares en el futuro. Podríamos pasarnos párrafos desarrollando el papel de algunos actores que se han minusvalorado y escrutando la complejidad del sistema, pero no es el objetivo de este artículo.

Cómo podemos pensar la educación aprovechando las innovaciones tecnológicas, sin menoscabar actores esenciales como los padres, los profesores, o la sociedad civil. Un paradigma susceptible de conseguir consensos en un mundo complejo es la perspectiva del bien común. Este paradigma que se remonta al aristotelismo pero que fue reivindicado por la UNESCO en 2015 está aún muy vigente[7]. El paradigma del bien común permite solucionar el enfoque vertical niño – estado, teniendo en cuenta todos los actores en la introducción de novedades educativas y haciendo frente a desafíos educativos. No paramos de oír que hay que salir de esta crisis juntos. El paradigma de la educación como bien común se toma en serio el juntos, conscientes que de la iniciativa de los padres y de la innovación de la sociedad civil nos beneficiamos todos.

Esta crisis nos ha dado razones para ser optimistas sobre la resiliencia de nuestro sistema ante un futuro cambiante e incierto. No destruyamos estas razones.

Ignasi Grau

 

 

[1] To know more: KERR, C. (1966) The Uses of the University, New York

[2] KIRP, D.L. (1982) Just Schools: The Idea of Racial Equality in American Education, University of California Press. Own translation»The answer for all our national problems comes down to one single word: education

[3] For example National Institute of Education Compensatory Study, New York

[4] https://soundcloud.com/oecdtopclasspodcast/episode-23-how-have-countries-dealt-with-coronavirus-school-closures-and-whats-next-for-education

[5] https://en.unesco.org/news/covid-19-school-closures-around-world-will-hit-girls-hardest

[6] OCDE (2017) School choice and school vouchers: An OECD perspective, Paris

[7] UNESCO (2015) Rethinking Education. Towards a new paradigm?, Paris

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¿Qué tiene el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2017/18 que decirnos relativo a las escuelas no-gubernamentales?

El Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2017/18 (GEM) es un documento anual realizado por la UNESCO para rendir cuentas sobre el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible en educación (ODS 4). El GEM es un buen documento para observar las principales tendencias y desafíos relativos al derecho a la educación. En esta breve nota nos hemos focalizado en las partes del informe relativas a la implicación del sector no-gubernamental en la realización del derecho a la educación.

El informe reconoce que la sana competencia entre escuelas y las políticas que permiten a los padres escoger la escuela gozan cada vez de vez de más popularidad (Plank and Sykes, 2003; Verger et al., 2016).  No obstante, el informe GEM advierte que una creciente participación de los nuevos actores no siempre se traduce en mejores y más equitativas escuelas. Para solucionar este problema el informe GEM subraya la importancia de un buen marco legal para que la competencia abierta entre las escuelas beneficie a toda la población.

Según el GEM no todos los estados tienen el mismo nivel de regulación, ni la regulación entre las escuelas privadas y públicas es siempre equivalente (91.5% de los países tienen regulación sobre la escuela pública, 84,5% sobre la escuela privada). En ciertos casos, la falta de regulación tiene un efecto negativo en el disfrute del derecho a la educación. Por ejemplo, menos del 50%  de los estados regulan un ratio máximo alumno/ profesor, lo que en ciertos casos puede tener consecuencias problemáticas.

En este sentido, el segundo problema del sistema educativo concierne la inspección de las escuelas, cuyo éxito depende de sus objetivos y los recursos y capacidades del estado. Este documento avisa sobre la importancia de un buen diseño de los procesos de inspección. Un mal diseño puede tener consecuencias inesperadas, como desincentivar nuevas métodos educativos o limitar la capacidad de adaptación de la escuela. Uno de los problemas de las inspecciones, especialmente en países en vías de desarrollo concierne la falta de recursos. Los inspectores en países en vías de desarrollo tienden a centrarse en la inspección del material, más que en los procesos de aprendizaje o la calidad de la enseñanza, lo que no ayuda a mejorar el funcionamiento de la escuela. Los procesos de inspección deben mejorarse de forma urgente en el contexto actual donde hay un crecimiento de las escuelas low-cost, que para más inri a menudo no están ni registradas.

Uno de los desafíos de los sistemas educativos es la disponibilidad de la información para asegurar que todos los ciudadanos puedan beneficiarse del sistema de elección de escuela y ningún niño se quede atrás. No obstante, incluso en casos donde la información no es suficiente, esta ya permite y ayuda a muchas familias a una mejor elección en el momento escoger la escuela. En este sentido, el GEM señala una buena práctica de Carolina del Norte (EEUU) donde la publicación de  la información de los resultados de los exámenes se ha revelado como una forma de ayudar a familias bajas de recursos a tomar mejores decisiones y mejorar sus resultados (Hastings y Weinstein, 2008). La disponibilidad de información debe enfrentarse a dos desafíos importantes. En primer lugar, en muchos países la decisión por parte de las escuelas de no hacer pública cierta información no tiene consecuencias. En segundo lugar, en muchos casos a pesar de la disponibilidad de la información los progenitores no saben cómo utilizarla.

Otro desafío señalado por GEM es que los sistemas donde se permite la elección de escuela no siempre van de la mano de un soporte financiero público para evitar los gastos de la escuela, lo que en muchos casos provoca que solo las familias acomodadas puedan beneficiarse. Según el informe cuando la educación no es gratuita, las limitaciones financieras afectan la habilidad de escoger la escuela. Al respeto señala, el cheque escolar puede ser un mecanismo para ayudar a las familias a superar estas limitaciones para escoger la escuela de una manera más libre, incentivando y fortaleciendo la competición entre las escuelas. A pesar que el cheque escolar puede tener efectos secundarios negativos, también hay buenas experiencias. Por ejemplo el GEM señala que en la ciudad de Nueva York el cheque escolar en las familias con bajos recursos tuvo un impacto positivo en la tasa de matriculados en la universidad y en los logros académicos de los estudiantes de minorías(Chingos y Peterson, 2015).

Relativo a la libertad de elección el documento se refiere también a la accountability en base a pruebas para motivar las distintas escuelas, tema que ha sido muy debatido. Una de las razones de este debate es que el resultado de las escuelas puede depender de factores que escapan al control de la escuela como las capacidades naturales, el entorno socio-económico, la implicación parental o las actividades extraescolares. A pesar de esto, estas pruebas pueden servir para saber que escuelas requieren de financiación extra para poder satisfacer correctamente el derecho a la educación.

El informe menciona igualmente como las inversiones del sector privado en educación están aumentando. En este sentido el gasto en profesores privados y en educación tecnológica se espera que superen los 200 billones de dólares en los siguientes años. El informe advierte de la importancia de una más estricta regulación del sector privado para que la rentabilidad de estas compañías no vaya en detrimento de la calidad y la equidad de la educación. Por ejemplo, el aumento de profesores particulares extraescolar está ampliando la brecha entre los que pueden permitirse estos profesores y los que no. Igualmente problemático es cuando un profesor hace de profesor particular extraescolar a sus alumnos al salir de las aulas. Otras dos aéreas que necesitan ser más reguladas con el fin de asegurar la igualdad de acceso son el uso de las tecnologías en la educación y los comedores escolares.

Una lección que podemos extraer del informe GEM es que las políticas públicas de libertad de elección requieren de tres condiciones para garantizar que toda la población pueda beneficiarse de ella: que se enmarque en un buen marco legal las obligaciones del estado y de las escuelas no-gubernamentales, que se establezca la provisión de fondos públicos para asegurar la capacidad de escoger de todas las familias y que se facilite información para permitir a los padres tomar la decisión correcta.

Puedes encontrar el informe completo en el siguiente link: http://unesdoc.unesco.org/images/0026/002610/261016S.pdf

Ignasi Grau

 

Evento sobre derecho a la educación y uso de tecnologías: riesgos y oportunidades

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En el marco del 38 periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 20 de junio, OIDEL y la Misión Permanente de España copatrocinaron el evento paralelo titulado “Derecho a la educación y tecnologías: un diálogo necesario”. Para el desarrollo de dicho tema, se contó con la presencia de distinguidos ponentes: la Dra. Charo Sábadas (profesora de la Universidad de Navarra y promotora del proyecto Smart Internet Users[1]), Renato Opertti (coordinador del programa de innovación, aprendizaje y evaluación de la UNESCO),
Dr. Juan Díaz (rector de la Universidad de Educación a Distancia de Madrid) y Pablo Nuño (representante permanente de la Misión de España) como moderador del debate.

La Dra. Sábada comenzó el diálogo. Durante su participación, enfatizó la importancia de adaptar el uso de tecnologías a las capacidades y al desarrollo de los niños. Comentó que según el informe Growing Up Digital[2], internet es una herramienta que no fue diseñada para ser utilizada por parte de menores de edad, por lo que se debe reflexionar sobre sus riesgos (sobreexposición de la intimidad, adquisición de malos hábitos, acceso a contenido peligroso, etc.). La Dra. Sábada indicó la manera en que se puede adoptar un enfoque que piense en las necesidades de los niños, a través del fomento de la comprensión del uso de internet y proveyendo una educación que no se limite a la alfabetización digital.

Por otra parte,  Renato Opertti, contextualizó la evolución del uso y entendimiento de la utilización de tecnologías en nuestra sociedad en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible[3]. Aclaró que nos encontramos en una fase donde las formas en que aprendemos y producimos conocimiento, se han transformado por completo. Por esta razón, Opertti señaló la relevancia de promover una educación holística, cuyo objetivo sea reflejar sobre cuestiones tanto técnicas como éticas, y que vincule aprendizaje y  contenido curricular.

La intervención del Dr. Díaz fue sobre la incorporación de valores humanos en la educación a través del uso de tecnologías. Desde su experiencia como investigador y rector, Juan Díaz sostuvo la importancia de desarrollar un enfoque educativo que tome en consideración un aprendizaje científico y tecnológico, basado en los derechos humanos, y que de manera simultánea, inculque la promoción de valores humanos, solidaridad y fraternidad.

Finalmente, el evento concluyó con una sesión de preguntas y respuestas, donde participantes provenientes de colegios, organizaciones no gubernamentales y delegados de misiones permanentes, pudieron interactuar con los ponentes y contribuir a este diálogo necesario sobre educación y el uso de tecnologías en el marco de los derechos humanos.

Gabriela García

[1] Este proyecto se orienta a investigar y estudiar propuestas para el uso seguro de tecnologías, en relación con una educación integral. Para conocer más detalles sobre esta iniciativa: http://www.smartinternetusers.com/.

[2] Para ver el informe completo: https://www.childrenscommissioner.gov.uk/wp-content/uploads/2017/06/Growing-Up-Digital-Taskforce-Report-January-2017_0.pdf.

[3] Para consultar los Objetivos de Desarrollo Sostenible: https://www.un.org/sustainabledevelopment/sustainable-development-goals/.

Transhumanismo y tecnociencia. Un enfoque basado en los derechos humanos

[ppt side event] transhumanismo y tecnociencias -GINEBRA 15.6.2017

Este texto pretende ser un resumen de la presentación que Juan García realizó en el side event “Transhumanisme et ciberculture. Les relations entre la science et les droits de l’homme.”

La resolución del Parlamento Europeo de 16 de febrero de 2017 se centra en tres ámbitos importantes. En primer lugar, la implicación ética y deontológica para la dignidad humana de las máquinas capaces de adquirir autonomía y sustituir a los humanos a la hora de prestar cuidados y hacer compañía. En segundo lugar, se fija en las consecuencias que pudieran derivarse para las políticas sociales europeas, véase en empleo. Y en tercer lugar fija la necesidad de establecer un marco jurídico que facilite la industria e investigación de forma que refleje los valores intrínsecamente europeos y humanistas que caracterizan la contribución de Europa a la sociedad.

En general, cuando pensamos en tecnología pensamos en las Técnicas de Comunicación e Información. Sin embargo, nos hallamos en medio de una tecnorrevolución donde existen nuevos tipos de tecnología que además son convergentes. En este amplio grupo de tecnologías podríamos distinguir otros dos: aquellas tecnologías que se centran en lo orgánico del ser humano para modificarlo (genética, nanotecnología) y aquellas que lo hacen para recrearlo (robótica) Estas tecnologías están en condiciones de reescribir el futuro y de transformar nuestra visión del mundo y de nosotros mismos.

Es en este contexto donde surge el transhumanismo como marco ideológico alternativo que da sentido a las tecnologías convergentes. Si las tecnociencias tienen como referencia los derechos humanos, el transhumanismo se deshace de ellos, siendo su única finalidad el perfeccionamiento tecnológico.

Según el transhumanismo hay una responsabilidad moral de mejorar tecnológicamente al ser humano, no solo de manera individual, sino también en su conjunto. Sería el transhumanismo un momento evolutivo hasta llegar al post-humano, momento en que la inteligencia artificial se podría fusionar con la inteligencia humana a todos los niveles.

El Instituto sobre el futuro de la humanidad, de la Universidad de Oxford, en la Declaración del Transhumanista, afirma que éste es un movimiento cultural e intelectual cuyo deber moral es mejorar las capacidades físicas y cognitivas eliminando los aspectos no deseados y no necesarios como el envejecimiento, el padecimiento o la misma muerte. Podemos decir que los tres pilares del transhumanismo son la búsqueda de la superinteligencia, la superlongevidad y el superbienestar.

El problema es que dibujar la mejora humana de manera puramente artificial y colectivista no está exento de problemas éticos. El enfoque transhumanista enmascara la defensa de una naturaleza humana puramente natural y orgánica basada únicamente en la tecnología. Es preciso favorecer el desarrollo de posiciones tecnocientíficas que permitan el desarrollo humano integral. La postura que choca con el transhumanismo por su defensa de la vida y dignidad de los seres humanos se llama bioconservadora. El propio Parlamento Europeo, a través del STOA, se ha distanciado de las posturas transhumanistas al considerar éste solamente la función corporal y corgnitiva.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos habla en este sentido del derecho de la persona a gozar y participar del progreso científico. El derecho a la cultura y el derecho a la ciencia están muy relacionados.

Hay múltiples ejemplos del uso del progreso científico y tecnológico en interés de la paz y en beneficio de la humanidad. La Declración de la UNESCO de 1975 proponía que “los Estados adopten medidas para evitar que los logros científicos se utilicen en detrimento dfe los Derechos Humanos, las libertades fundamentales y la dignidad de la persona.

Termina Juan García su intervención con la pregunta del periodista francés Guillebaud en “El principio de la humanidad”: ¿Cómo podemos promover los derechos del hombre si la ciencia pone en duda la definición de hombre? ¿Cómo conjurar los crímenes contra la humanidad si la definición misma de humanidad resulta problemática?

Le déchaînement d’une nouvelle société : les enjeux éducatifs III

Ne nous y trompons pas : la société de l’information, n’est pas encore une réalité, c’est un idéal. S’il est vrai que les réseaux d’information et de communication sont déjà très développés, notre monde est bien loin d’offrir un «accès équitable et généralisé à l’information». Au contraire, il semble bien qu’en matière d’accès aux technologies de l’information, l’écart entre nations riches et pauvres ne cesse de s’accentuer.

 

De plus, on semble parfois utiliser le mot «connaissance» comme l’équivalent du mot «information». La connaissance ne s’acquiert pas par un simple click de souris, car elle implique toujours un travail intellectuel de la part du sujet. Alors que l’information dépend avant tout de la technologie, la connaissance ne peut se faire sans éducation. Il ne s’agit pas ici seulement de l’éducation de base, nécessaire pour lire et écrire sur un ordinateur, mais aussi de la culture, de la capacité de synthèse, de l’esprit critique qui sont indispensables s’il s’agit de trier une foule d’informations et de l’utiliser à bon escient.

 

Il serait naïf de penser qu’un accès équitable et généralisé à l’information ferait disparaître les inégalités entre les peuples en matière de liberté d’opinion et d’expression, car ces inégalités ont souvent des racines bien plus profondes qu’une difficulté de connexion. L’information ne même à rien sans formation, l’amélioration des conditions de vie des peuples nécessite des têtes bien faites et non de têtes bien pleines, encore qu’il faille critiquer ce lieu commun en rappelant qu’on ne sculpte pas de « bonnes » têtes avec du vide.

Le déchaînement d’une nouvelle société : l’interdépendance des droits de l’homme II

 

Les enjeux liés à la société de l’information doit nous aider à affiner notre réflexion sur le droit à la liberté d’opinion et d’expression. On considère habituellement ce droit comme un droit liberté comme s’il suffisait à l’état de le garantir pour le faire respecter, contrairement aux droits économiques, sociaux et culturels qui seraient des droits prestations. Il est clair depuis longtemps que cette distinction est peu pertinente : le droit à la liberté d’expression ne se réduit pas à la non-censure de la part des autorités; la liberté de presse, par exemple, a toujours exigé de la part des états une action positive, généralement sous forme de subventions.

 

Aujourd’hui face aux nouvelles technologies il est devenu évident que la mise en œuvre de la liberté d’expression réclame un effort de l’Etat pour la mise en place d’infrastructure qui permette la connexion aux réseaux mondiaux de communication. Il convient de rappeler qu’il existe de nombreux  pays dans lesquelles de grandes étendues sont totalement dépourvues d’électricité.  Dans ce nouveau contexte, la distinction entre droits liberté et droits prestation semble définitivement périmée.

 

Il est évident qu’un développement équitable des technologies de l’information et de la communication est absolument indispensable non seulement à la promotion, mais aussi au respect des droits de l’homme. De nos jours, il est juste de considérer qu’un peuple qui n’a pas accès à ces technologies est lésé dans son droit d’opinion et d’expression, tant sa capacité de s’informer et de s’exprimer est réduite par rapport aux autres. La société de l’information qui nous amène de nouveaux outils pour lutter en faveur des droits de l’homme peut devenir paradoxalement aussi une source d’inégalité en creusant le fossé qui sépare les plus riches des plus pauvres.

 

Alfred Fernandez

Le mobile à l’école : le déchaînement d’une nouvelle société (I)

Contrôler l’utilisation des téléphones dans le milieu scolaire semble un problème majeur dans la rentrée scolaire. Ce détail qui peut paraître anecdotique montre la montée en puissance de la société de l’information.

Nous sommes donc en train d’assister à un changement de valeur sans précédent dans l’histoire de l’humanité, puisque les valeurs matérielles semblent céder définitivement le pas à des valeurs de types intellectuelles : le savoir-faire, les compétences professionnelles, l’approfondissement de sa culture propre, qui tous trois présupposent l’accès à l’information,  sont désormais un plus grand signe de richesse que les ressources industrielles ou agricoles. Ainsi le droit à la liberté d’opinion et d’expression et le droit à l’éducation se retrouvent-ils au cœur de cette nouvelle société.

Parmi les progrès dans le domaine des droits de l’homme que les technologies de l’information et de la communication sont susceptibles d’apporter au monde, on peut citer les suivants :

– les technologies de l’information et de la communication rendent nécessaire l’émergence d’un nouveau droit : le droit à l’information et à sa libre circulation.

– ces technologies nous ouvrent à la richesse des autres. Elles rendent possible la connaissance de leur culture et de leur langue et facilite le dialogue entre les cultures et la lutte contre la discrimination.

– la société de l’information élargit les horizons du droit d’opinion et d’expression. Elle permet une meilleure défense des droits de l’homme par la diffusion via Internet des textes, visant à les promouvoir ou à dénoncer les abus à leur encontre.

– enfin, en ce qui concerne le droit à l’éducation, les nouvelles technologies  soulèvent d’immenses espoirs. En particulier, par la mise à disposition sur le Web des bases de données spécialisées et des encyclopédies et par les MOOCS elles fournissent des informations nécessaires pour des enseignements ou des recherches de qualité.

Alfred Fernandez